Atraer

DE CREER A SER

Cuando cambiamos nuestra forma de percibir el mundo, es decir, cuando cambiamos nuestras creencias, cambiamos también la composición neuroquímica de nuestra sangre, lo que a su vez activa un cambio en las células corporales
— Doctor Bruce H. Lipton

Creemos más en la escasez que en la prosperidad. Creemos más, mucho más, en el miedo que en el amor. Creemos más en la enfermedad que en la salud, más en la oscuridad que en la luz, más en lo humano que en lo Divino. Creemos más en lo que ven nuestros ojos que en lo oculto y lo milagroso, y así nos va. El poder de la mente para crear nuestra realidad no es un invento barato que se ha puesto de moda con la corriente new age.

El poder de la mente para crear nuestra realidad aparece reflejado en cualquier texto sagrado que pongamos en nuestras manos, no es nuevo. Es oculto, magnífico y sorprendente, pero no nuevo. La primera Ley hermética dice que Dios es mente y que todos nosotros, como extensiones de lo Divino, creamos nuestra vida a través de ella. Tan solo un 5 % de esa mente que somos es consciente, el resto, el otro 95%, es subconsciente, y ese subconsciente es el que gobierna nuestra vida. Allí guardamos todas las creencias que, después, veremos materializadas en nuestra particular experiencia. Nuestras creencias son nuestras verdades más sagradas y se componen de pensamiento y de sentimiento. Como explica Joe Dispenza, nuestros pensamientos envían una señal eléctrica al campo cuántico y nuestros sentimientos atraen magnéticamente situaciones a nuestras vidas.

La habilidad de convertirnos en creadores conscientes de nuestra realidad comienza por el creer y culmina en el ser. Finaliza cuando eso que primero creímos y después sentimos, se transforma en lo que somos. No es lo mismo creer que merezco todo lo bueno, que vivir desde el merecimiento. No es lo mismo creer que soy salud que saberlo y que vivir sintiéndolo y permitiéndolo. No es lo mismo.

Revisar y sanar nuestras creencias, desvincularnos de las que nos limitan,de las creencias que se basan en el miedo, en la escasez, en la enfermedad o en la preocupación es el primer paso de un proceso que pretende convertir nuestra vida en un milagro. Revisamos, y a continuación, vamos a dibujar en nuestra mente nuevas creencias que vayan en sintonía con lo que queremos manifestar. Y esas nuevas creencias deberán siempre ir acompañadas de sentimientos de alta vibración. Cuanto más sentimos, más atraemos. En nuestra vida no siempre vamos a obtener lo que queremos, pero siempre vamos a conseguir aquello en donde hemos depositado toda nuestra atención. Sólo tenemos que mirar a nuestro alrededor para darnos cuenta de eso.

Si hemos logrado integrar creencia y sentimiento, es decir, si, por ejemplo, hemos logrado creer que somos prósperos y sentir la prosperidad en nuestro interior las cosas comenzarán a cambiar, pero, ¿y si damos un paso más? ¿y si no solo lo creemos y lo sentimos, sino que también vivimos "como si ya fuera”? Entonces, nuestro poder para crear se va a ver doblemente potenciado.

Si vivimos siendo aquello en lo que creemos, le estaremos diciendo al Universo del que formamos parte que, por fin, hemos recordado QUIÉNES SOMOS y que estamos listos para recibir todo lo bueno que nos corresponde por derecho propio.

Feliz presente,

Almudena Migueláñez.

Photo by Atlas Green

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